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viernes, 3 de febrero de 2017

SENSACIONES DEL DESGAJAMIENTO


SENSACIONES DEL DESGAJAMIENTO
Obra Gráfica.
Juan David López


Somos cuerpo y mente. No hay un modo más directo de experimentar esta realidad que 
adentrándonos en carne viva, en mente viva, a través del vehículo de la sensación que se manifiesta en ambas estructuras. No es un misterio que al cuerpo le ocurran sensaciones, es decir, eventos bioquímicos y electromagnéticos en el ámbito físico, pero lo cierto es que el marco corporal está tan ligado al mental que todo objeto que proyecta la mente viene acompañado de sensaciones.  Las sensaciones del cuerpo en el cuerpo y valga decir, de la mente en la mente, pueden ser tan agradables como desagradables, en todo caso sean unas u otras, todas tienen la misma naturaleza: surgir y desaparecer. En vez de buscar las causas desgraciadas fuera de nosotros hemos de encontrarlas en los nudos apretados de las vísceras, en los cuescos mortificados de la carne, en las trincheras de la mente, en el alma adentro entumecida que sobreviene a la superficie a modo de cualquier sensación.




Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm







Permanece ecuánime abriendo un camino de liberación hasta donde no habría lugar para la reacción hacia las sensaciones haciendo que la mente se irrite, se hinche.







Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm





¿Es que ya no soportamos lo que ocurre, lo abortamos dando cesación con los barrotes de una mente infeliz? ¿Cuánta falsedad gangrenada hay en la piel de un pensamiento codicioso? ¿Cuánto chismorreo en la punta de una lengua ávida? ¿Cuántas cosas deseadas no ocurren y sí ocurren las que no queremos? ¿A qué esperar si no estás lejos de hacer de una estructura viviente un adefesio de nudos gordianos que no sólo a ti te afectan sino a los seres que alrededor están junto a ti? ¿Por qué no abrir la senda del pus que de hecho ya expresa a un agente patógeno evacuando en la zona epidérmica? Has venido a tierra para ser feliz, ¿Qué os pasa, hombres y mujeres?  ¡Oh! Cuanta tensión hay en el pelo, las uñas, los dientes, en la piel; cuanto constreñimiento hay en los huesos, el tuétano, el corazón, el bazo, la pleura, en los pulmones, en los intestinos; cuanta sequedad en la bilis, las flemas, la sangre, el sudor, en las lágrimas, en la saliva, en los mocos y en la orina. Disuelve de tu mente las poleas de la muerte y sus carroñas, sus grilletes, sus garruchas, sus garrotes, su cuchillería, sus trabucos, su pólvora en cunetas, sus misiles, sus nuevas tecnologías armamentistas y viértela en un instrumento de amor, de paz, de ternura, de generosidad, de sabiduría y de libertad muy a tu servicio y al de los demás.







Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm






La sumersión en tu cuerpo y en tu mente, ¿Tendrá algún fin? Podrías comenzar con un desgajamiento progresivo desde la superficie de la piel hasta llegar a realidades físicas más sutiles al interior de tus órganos, estos es, desnudar paulatinamente la composición material de tu cuerpo:  Estamos hablando, si quieres, de deshilachar los tejidos, desvestir las membranas capa por capa, abrir ligamentos e  intersticios carnosos, en una palabra, que te atravieses el cuerpo con la punta afinada de tu mente pura rastreando sensaciones en toda la estructura física corporal y aseverando su naturaleza cambiante e impermanente con una ecuanimidad tal que tu mente ya no es presa  reactiva del agrado o el desagrado que suscitan las sensaciones sino que están ahí, persisten y luego se vanNo llegarás a estar sino más allá de tu mente y tu cuerpo, en tu realidad última: Plena transmutación rebosante de luz, amor, paz, armonía, sabiduría y libertad. Esto no es una religión, tampoco un discurso filosófico o de entretenimiento; no solo es una exposición del arte de vivir sino una realidad que la han experimentado muchas almas humanas a lo largo de nuestra era para su propia liberación.








Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm






El sufrimiento es una enfermedad universal, tan solo basta una mente y un cuerpo para ello y a su vez es con este cuerpo y con esta mente, en su consciente exploración, que se halla su remedio. Nadie está lejos de su libertad. Hay tantas cosas en el cuerpo sin nuestro control, se mueven, cambian, querámoslo o no. No puedes atravesarte el cuerpo sin dejar de hacerlo también en tu mente; ¿Te disgusta? ¡Tan natural que es divagar excepto cuerpo adentro!









                Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm






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No podemos dañarnos sin haber dañado a los otros.No podemos amar incondicionalmente al margen del otro. El velo roto del egoísmo te hace ayudar a que el otro sea feliz, del modo que sea. Revolución espíritu social que cicatriza al mundo con la cirugía magmática en el quirófano. Pulimenta las máculas hipodérmicas y dora el piso aunque te duela, pese al desenfreno de tu mente multiplicando las dificultades; no importa, desinterésate de su enojo. Vendrá el pus como señal de éxito en la herida, haciendo desembocar las células yertas en las extensiones cutáneas. Nadie más lo podrá hacer que TÚ. Penetra en las profundidades de tu mente, estate muy atento y así aprovecharás más tu tiempo.
¿Qué poder tienes para hacer crecer a una flor? ¡Prepara la tierra! Quita los hierbajos y esparce la semillas, la flor crecerá y existirá por el efecto de una fuerza interna. A cada momento elige ser feliz, aunque sea por unos segundos.






                                                              Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm




                   




Criba tu mente, inyéctale paz y ejerce tu maestría que ennoblece al corazón. Cuando no haya como matar, como robar, como violar, como difamar, como calumniar, como intoxicar, ¿Qué nos puede quedar sino un amor incondicional? La caridad no es un oficio debajo de mesa, ¿Para qué el velón debajo del comedor? Esto no es una exhortación, esta es la realidad de nuestra naturaleza viviente.







                                                           Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm







¿Qué sientes? ¿Acaso calor, frío, picor, pulsación, vibración, presión, tensión, dolor? ¿No sientes nada? Ten calma, las sensaciones están ahí aunque no las notemos; están surgiendo y desapareciendo. Más pronto o más aplazado lo captaremos. Propaga las virtudes de tu mente y despierta las que aún no han rasgado subterfugio acumulado. Permitamos que la turbiedad surja, se exprese conscientemente y así mismo sea disuelta en vectores de luz que te hacen recorrer el camino de tu verdad.¿De qué pueden servir estas palabras y estas imágenes si no se experimenta en el marco físico mental de tu propia realidad? Sólo pueden incitarte, nada más. La auténtica sabiduría está en ti, lo demás puede que te inspire, pero el saber que se experimenta es el que puede liberar.¿De qué sirve recitar la receta de tu médico sino tomas la medicina? 







                                                                   Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm









Todo está fluyendo y cambiando en el marco corporal. Hay algunas cosas que se nos presentan a nuestros ojos como si fueran imperecederas, con una ilusa estabilidad duradera; da la impresión que una bombilla mantiene la misma luz mientras está prendida o que incluso una misma llama es la que brota de la vela; es un proceso tan veloz que ópticamente no lo podemos captar, pero lo cierto es que cada instante de la vela es un fogonazo diferente: surge y desaparece para hacer surgir una nueva flama. Es fácil detectar que las aguas de un río están cambiando constantemente, pero,  ¿Tú crees que cuando alguien se sumerge en un río, sale a la orilla siendo el mismo? Lo cierto es que la realidad del cuerpo y la mente es muy breve, muy impermanente. Nuestros muertos cumplen la función de corroborar este hecho; ¡Es tan fútil desperdiciar el tiempo luchando por cosas tan perecederas o haciendo daño a los demás! ¿Te atreverías a experimentar la caducidad de la realidad material? ¿Por qué generamos tanto apego, tanta avidez, tanta aversión hacia una sensación que, tarde o temprano, se desvanece? No son las sensaciones las que nos llevan a la dicha o a la desgracia, es el modo como las vemos lo que determina la ventura o el sufrimiento. 







                                                          Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm




               



¿Por qué huimos tanto de las sensaciones desagradables y provocamos un ávido apego a las que son agradables? Observemos con objetividad cualquier sensación, sin identificarnos con ellas que, en todo caso, están constantemente cambiando. A nivel físico todo está cambiando dentro y fuera de ti en un devenir constante donde nada ocurre accidentalmente; nada acontece sin su causa. No podemos estar a la espera de recibir un fruto amargo cuando hemos sembrado una semilla dulce. Las palabras y las acciones son la extensión de una acción mental, todo es hecho por la mente: si hablas o actúas con una mente plena de amor, entonces la dicha te seguirá como una sombra que nunca se va de tu lado. Según sean tus pensamientos, tus palabras y acciones, así mismo serán sus efectos. Esto es una verdad inexorable. ¿Qué semillas sembraste ayer? ¿Cuáles has sembrado hoy?







                                                          Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm






                     


Donde quiera que haya apego habrá desdicha y si desear nos inclina allí y no al saber, nunca podríamos cortar la cadena del sufrimiento. Una vasta tormenta de agitación se manifiesta en las profundidades cuando el deseo replica y controla la mente aunque superficialmente sea una sensación agradable en el cuerpo. Podemos disfrutar rascándonos la herida con aquel roce compulsivo pero no hacemos más que empeorarla. El sufrimiento existe, no solo en la tierra, también en el aire y en el agua; no podemos liberarnos sin antes haberlo aceptado tanto afuera como dentro de nosotros mismos. ¿Acaso no es la causa fundamental del sufrimiento, haber nacido, en tanto que la cumbre de tal ciclo es la muerte? ¿Tú crees que eliminando la causa del sufrimiento, podríamos cortar su raíz y alcanzar una plena liberación? ¡Ah! Ni aún el suicidio podría resolver un vasto padecimiento, tan solo, surgiría más desgracia.








                                                                    Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm








 No tengo un cuerpo, participo de él por un breve tiempo; todo lo "mío" es perecedero, se desvanece como un "yo" cuya naturaleza no pude permanecer eternamente. No sólo es sumergirse en el sufrimiento sino también salir de él. No te identifiques con las sensaciones, permanece ecuánime ante ellas menguando el componente reactivo de la mente. El cuerpo no es más que un compuesto de partículas subatómicas, y cada partícula, materialmente, presenta una consistencia de elementales: Agua, Tierra, Fuego, Aire y sus caracteres subsidiarios hilados entre si. Esto ya lo ha dicho la ciencia pero es un saber intelectual muy diferente a un saber experimentado hace veinticinco siglos por Siddhattha Gotama, -Buddha-, explorándolo él mismo en su propio cuerpo. Estos elementales fueron observados a un nivel muy sutil dentro del cuerpo y en cualquier sensación que ocurra, está la preponderancia de uno o unos elementos, mientras los demás se encuentran latentes. El elemento "Tierra" abarca todo lo que es ligero o pesado; el elemento "Aire" es todo aquello en relación con lo aparentemente quieto y lo dinámico; el elemento "Agua" se mece de lo desunido a lo unido y el elemento "Fuego" es todo el campo de la temperatura: O muy frío o muy caliente. La comida que ingieres y el clima que te ambienta determina lo que sientes, así como las reacciones del pasado impresas en tu mente y las que siembras hoy, también son rotundas para precisar el tipo de sensación que se manifiesta. Por ejemplo, si siembras la ira en tu mente en este momento, sentirás calor en tu cuerpo y se hace manifiesto el elemento Fuego; si siembras el miedo en este momento, sentirás algún temblor, alguna dinámica en tu cuerpo y se hace manifiesto el elemento Aire. No tienes porque creerlo y aceptarlo sin haberlo experimentado en el marco de tu propia estructura mental y corporal.







                                                                      Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm










Hemos llegado a venir a esta vida por el devenir en el que se encuentra inmerso el universo y nosotros participando en él; incluso en el momento de la muerte el devenir continúa al seguir el cuerpo decayendo, desintegrándose, incinerándose. Pero no sólo el cuerpo, también la mente prosigue el devenir cuando ocurre la cesación: la mente que haya en ese momento crucial, empujará a la consciencia a adherirse a otra materia, a otra casa, a otro cuerpo. No es muy importante que lo creas. Nunca creas nada que no lo hayas experimentado; lo que importa es que hemos venido aquí y es urgente liberarnos. Deshecha tu fe ciega basada en una devoción religiosa, científica, discurso filosófico o artístico que no sea evidenciado en tus propias entrañas. 








                                                    Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm









Hay sensaciones tan burdas, tan desagradablemente sólidas que tendemos a deprimirnos, a perder la consciencia o, mas bien, a dar rienda suelta a lo que aún no conocemos en nosotros y que si no lo observamos con ecuanimidad, nos domina y nos daña. No te frustres, la finalidad de un cuerpo no es colmarse de experiencias agradables, no es buscar sensaciones especiales, más bien es despertar la plenitud de su conciencia y llegar a los recovecos más profundos de la mente y hacer que fluyan sus nudos más adulterados a modo de sensaciones al margen de preferencias o prejuicios en torno a ellas. Observa las sensaciones más deliciosas sin alborozo, sin apego, sin reactividad; en fin, como si no fueran tuyas.









                                                       Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm







                                                       Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm









                                                            Marcador, bolígrafo, acuarela y pastel sobre papel.  35 x 25 cm





Puede cesar la procreación de contaminantes mentales; la extensión de tu mente va a estar plenamente consciente de las sensaciones. Te hallarás más allá de los condicionamientos, estos es, donde nada surge, donde nada desaparece. Experimenta todo el universo dentro de ti mismo, toma refugio en tu plenitud y no aceptes lo que se dice de la libertad hasta que no la hayas experimentado en carne viva, en mente viva. Lo que tu piensas, dices o haces hoy, ha de traerte un beneficio inmediato y no una promesa para un mañana. Estar atento es la presencia; ve allí y pruébate.










                            Acrílico sobre tela.     108 x 70 cm




























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